miércoles, 12 de noviembre de 2014

Otra entrevista a Nekro: "Hice primario y secundario, mi terciario fue Fun People.

Antes al frente de Fun People, ahora con Boom Boom Kid, Carlos Damián Rodríguez siempre se las arregló para hacer lo que se le da la gana y aún hoy es el músico insigne para toda una generación que sonríe escuchando sus sinfonías metaleras.


Nekro postea en su Facebook: “Hola chica/chico, Boom Boom Kid quiere ir a Tierra del Fuego a tocar , ¿alguna banda o productor, centro cultural que quiera ayudarnos a llegar ahí?”. En menos de una hora, su consulta tiene 33 respuestas con propuestas de shows que incluyen a casi toda la Patagonia.


¿Pero quién es Nekro? Carlos Damián Rodríguez se dio a conocer con ese nombre - inspirado en un tema de Slayer - cuando lideraba Fun People, la banda ‘hardcore gay antifascista’ que en su crossover de géneros se animaba a sintetizar V8 y Virus con algo de Judy Garland, Elvis Presley, Beach Boys, Sandro y William Burroughs. A principios del 2000, se decidió a matar a Nekro en un recital y le adjudicó el asesinato a un tal Boom Boom Kid. Paralelamente también fue Miss Muerte, luego fue Voon (o Boom) Vän Kinder para un proyecto karaoke hecho para fiestas y cada tanto se convierte en Il Carlo, el crooner que canta boleros.


En pocas palabras, la respuesta a la pregunta anterior es: Nekro es uno de los motores más entusiastas, sonrientes y creativos del rock made in Argentina. Su espíritu inquieto y su lucha contra el estancamiento mental -amén de su talento para hacer canciones- lo llevaron a editar ocho discos con la extinta Fun People, más de seis con Boom Boom Kid, cientos de fanzines (compilados en el libro ‘Mi pequeñia colección de funzines’) y en la Galería Bond Street pueden encontrarse varios compilados, EPs y rarezas que él adora y que - por obra y gracia de su espíritu contagioso - provoca que el resto también lo haga. A fines del año pasado se divirtió confeccionando sus dos nuevos sencillos -2013 EEUU Tour Souvenir en formato flexidisc transparente y 2013 European Tour Souvenir- y editó dos compilados en vinilo: en Estados Unidos fue Música sin la intervención de Cristo y en Europa, Ex Cordevita que incluye 30 canciones. Ah, porque Nekro sale de gira cada vez que puede y las pruebas están en Youtube a donde pueden rastrearse shows explosivos en Tokio, Lima, New York, el DF, Berlín, París, San Pablo, Chicago. En 2013 estuvieron en Texas y la costa oeste de Estados Unidos, y también pasaron por Río de Janeiro, pero fue un viaje tan corto y a las apuradas que Nekro lamenta no haber podido pisar la playa.   


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El 13 de enero Nekro cumple años y cada vez que puede lo festeja con un show. Según Wikipedia, Carlos Damián Rodríguez estaría cumpliendo los 42 años. Según el saber popular, él será por siempre un niño: El Principito punk de Campana.
Este año, el 13 de enero cayó lunes y sin embargo Niceto explotaba de pibes que ajustaban los cordones para lanzarse al pogo. Adentro casi no se podía respirar por el calor y la energía acumulada, Nekro arriba del escenario saltando y revoleando los dreadlocks. Los carteles avisaban que para comprar cerveza era necesario mostrar el documento que acreditara la mayoría de edad.
Boom Boom Kid prefiere hacer sus shows en lugares sin vallas, donde el público tenga acceso a los músicos, donde no se los trate como ganado camino al matadero y donde se pueda cobrar las entradas lo más barato posible. El año pasado los tickets costaron 15 pesos; esta vez, 30 o 35: el equivalente a 10 viajes en subte o dos porciones de pizza en Las Cuartetas, de parado.


Para explicar lo que sucede cada vez que tocan en vivo, Nekro dio con el término ‘benjui jambouree’. En 2009, cuando sacó un disco con el mismo nombre, le dijo al NO de Página 12: «El jambouree es como el llamado a las tribus. Los americanos tomaron eso para referirse a una jam (improvisación). Es una palabra africana que alguna gente usaba para traer a los espíritus a través del canto. Benjui es una palabra hindú que refiere a una esencia que rompe los malos augurios, la mala vibra. Es un llamado a romper todos los maleficios y yo voy a eso. Entonces, cuando vas a sacarte el problema que tenés con vos mismo, listo. Sucede que sin querer hay recepción y está buenísimo. A mí la música me trae paz, por más que escuche Morbid Angel o Napal Death. Yo tengo una misión y la voy a cumplir. A veces la logro y a veces no, pero no pregunto a las personas si les gustó el show. Les digo: ‘¡Qué bien que nos hicimos, man! Gracias por venir’. Porque sin ellos tampoco se podría generar esa energía».


La mejor manera de disfrutar en vivo de ese benjui jambouree es alternar entre mirar a Nekro pasearse exultante por todo el escenario y mirar al público convertido en un mar de brazos, cabezas y zapatillas moviéndose en un oleaje frenético. Después de mucho bracear, algunos logran salir a flote: se trepan al escenario, levantan los brazos festejando la hazaña , persiguen a Nekro para abrazarlo y vuelven a zambullirse. Nekro es una especie de Moisés que no divide las aguas sino que las surfea. Todos quieren tocarlo y él se deja abrazar, incluso les pasa el micrófono y los habilita para que se expresen. Público y banda conviven en ese caos hermoso donde el límite es el respeto. Nekro arenga desde el escenario, reparte botellas de agua, pide que le devuelvan el sombrero y el pañuelo que pierde cada vez que -sin soltar el micrófono y sin parar de cantar- hace mosh sobre el público. Le dedica un tema a Chabán: “Gracias Omar por dejarnos hacer lo que queríamos en los noventa”. Los chicos aplauden enérgicos, aunque quizás ninguno de los presentes haya pisado Cemento.


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El amor que siente Nekro por el género humano -una suerte de filantropía- es directamente proporcional al desprecio que siente a veces por el mundo en el que vivimos: la intolerancia, la costumbre de matar animales para vivir, el sexismo, la homofobia, las guerras, los demagogos, el fatalismo de los medios, la violencia. Para enterrar todas esas cosas de una y para siempre inventó Chappanoland, un cementerio a donde el ego, la envidia y las fronteras también tienen sus lápidas.
A esa constante disconformidad la resuelve con acciones concretas: saca un disco con canciones de amor, publica un fanzine promoviendo la libertad y denunciando lo que no le gusta, sale a patinar en skate, dibuja, pasea en su Vespa esquivando el tránsito porteño o practica lo que él llama ‘gritoterapia’ que es cantar arriba de los discos a todo lo que da. Siempre que puede aclara: «La música me salvó la vida». La música como forma de expresión, no sólo de diversión porque Nekro cree en el poder que tiene la música para cambiar el mundo.
Nekro no come carne desde los 17 años y es, tal vez, el ejemplo más concreto de activismo vegetariano en el rock. Su lucha pasa por la liberación animal y desde sus canciones, videos y shows reivindica esa protesta. Sin embargo no le gusta cómo suena la palabra ‘militancia’, le sugiere algo militar que le da escalofríos. Tampoco le gustan las organizaciones como Greenpeace por su tibieza y su burocracia: cuando vivía en Campana se juntaba con los amigos e iban directamente a las peleterías y armerías a poner pegamento en las cerraduras o tirar baldes con mierda en la puerta. Cada atentado se documentaba en un fanzine que imprimían con un mimeógrafo y firmaban bajo el nombre de Green Violence.


Con respecto a lo que comés y usás para vestirte,  ¿a veces te privás de cosas que te gustan por cumplir con tus principios?
— Privarme no, al contrario: me libero de cosas que algo me las saca del camino para poder seguir. Hay ciertos productos que me gustan, algunas galletitas que son ricas y todo pero cuando veo que dice ‘grasa vacuna refinada’, no las voy a comer. Hay zapatillas que son resistentes, que duran toda la vida, pero ¿de qué son? De cuero, y no las voy a usar. Aunque venga una vaca y me diga ‘comeme’, tampoco la voy a comer. Si en una pizzería veo que usan un queso que tiene cuajo de vaca y bueno, no voy a ir ahí. ¿Seré una hinchapelotas? Y sí, pero no le rompo las bolas a nadie. Matar para comer no es lo mío; para vestirme y para embellecerme, tampoco.
Más allá de la música, ¿desde qué lugar creés que aportás con tu accionar?
— A mí me hace sentir bien levantarme a la mañana o irme a dormir sabiendo que no cargo con la culpa de haber tenido que matar un animal para yo estar bien. Me copa a mí, no jodo a nadie. No creo en los partidos políticos ni en los movimientos porque se terminan desvirtuando: es muy difícil que todos vayan para el mismo lugar de la misma manera. Creo en los cambios, en lo que tiene que ver más que nada con lo individual. Soy una persona que, sin ser ácrata, no tiene mucho que ver con un dogma que no sé si es tan creíble hoy por hoy. Nunca, desde la corta vida que tengo, vi que algún partido hiciera algo para el pueblo. La política existe porque los dueños del planeta tienen que ver con el pueblo entonces los políticos son los que tienen que lidiar con nosotros y trabajar para esos tipos. La política es el intermediario, el que tiene que calmar y a mí no me gusta. Por eso simpatizo más con la idea de otra cosa.
¿Una idea más de empoderarse cada uno?
Sí, total. Es una cosa que a mi en realidad me pone triste que todavía tengamos que ir a las urnas para elegir a alguien que maneje mi propia vida y no tiene nada que ver con el autoritarismo, sino con la liberación total de cualquier tipo que te diga lo que tenés que hacer. Si se quieren expresar así, que se expresen. Me parece totalitario aunque muchos piensen que no, pero es algo que te vienen enseñando desde la escuela.
¿Fuiste al colegio?
Hice primario y secundario. Mi terciario fue Fun People.


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Do it yourself para Nekro no sólo significa hacer un disco, un fanzine o publicar un libro de manera independiente sino también hacer futuro, hacer las cosas a la manera de cada uno. Ya pasaron casi veinte años desde Anesthesia (1995), aquel primer disco que editó con Fun People que le partió la cabeza a los adolescentes que pululaban por las calles con su skate a mediados de los noventa. Era su grito de guerra y una fuente de inspiración: escuchando sus letras, leyendo sus fanzines y haciendo mosh en sus recitales muchos de ellos se animaron a tener sus propias bandas y expresarse a su manera, sabiendo que este duende inquieto de dreadlocks oxigenados y look californiano hacía algo que cualquier otro podía hacer. Fun People fue la banda sonora perfecta para subirse al trampolín, sortear el mundo de los adultos y generar un código propio.


«Mi primer disco como Boom Boom Kid tiene una frase de Simon Wilder que dice ‘Jamás aceptarás cosas sólo porque otros las dicen. Escucharás a todas las partes y filtrarás la información tú solo’. Yo estoy avisando: ‘Man, lo que digo yo no es una cosa a seguir’. Lo mismo hice con El Libro Absurdo», explica Nekro. El Libro Absurdo se presentó en mayo del 2012 en el marco de un happening en el que Boom Boom Kid prometía regalar el disco nuevo junto con un manifiesto personal. El Libro en cuestión era un cuadernillo de tapas negras, con letras en dorado, encuadernación lomo cuadrado y todas las páginas en blanco. Sólo contenía una nota suelta y escrita a mano aclarando: ‘Sí... hojas en blanco y el absurdo no es esto, el absurdo es que hayas esperado instrucciones a seguir por parte de mí. ¿Tan engreído y me quisiste aún así?’. Sus amigos filmaron la reacción de la gente: algunos estaban muy enojados y otros sorprendidos de buena manera. Su idea era poner en crisis incluso a su público, darles un ejemplo concreto de lo peligroso que es seguir ciegamente a Hamelin y su flauta. Y aún así lo quisieron y lo siguen haciendo.


En tus canciones decís muchas cosas que, sin buscar adoctrinar, son super contagiosas para bien
— Mi visión es: vos hacé lo que tengas que hacer, yo hago lo que tengo que hacer. ¿Te copa lo que hago yo? Genial, ahora hacé algo que me cope a mí. A veces me preguntan ‘¿por qué no te volvés a juntar con Fun People?’ y es algo que ya hice, es el pasado. Yo te conmoví, ahora conmoveme vos. Si salgo yo ahora ¿es para robar la atención de qué? Hay un montón de bandas nuevas, mejor que la atención vaya por ahí y no por cuatro viejos que se juntan a tocar canciones que aún pueden estar muy actualizadas porque el mundo no cambió mucho. Cuando digo ‘cuatro viejos’ serían viejos huesos duros de roer, en ese sentido.


En su momento, Fun People rechazó un contrato con MCA Records por 40 mil dólares que eran 40 mil pesos de la época. El sello presionaba, pero a Nekro no le interesó firmarlo: prefería no resignar el control sobre el arte, la distribución y la producción de sus discos y seguir editando a través de su sello Ugly Records. Eso le valió el respeto del público y lo convirtió en un ejemplo de lucha contra el establishment. Unos años después, cuando apareció su cara en una publicidad de zapatillas Vans, muchos de los que habían aplaudido su jugada con MCA lo bardearon y lo acusaron de transar con el sistema.


«Yo saqué mi primer disco por mi cuenta porque las personas que sacaban discos en Argentina no me buscaban nunca. Venía de renunciar a un trabajo y no me copaba firmar un contrato con una compañía», aclara. «Además tengo un costado de artesano y me copa hacer las cosas yo mismo. Tengo mi manera de hacer las cosas, saco un disco y a los cinco días está para bajar gratis, asi que ‘tomaaa, ¡a la distribución la hice igual!’. Hago cosas que las puedas agarrar, oler y que son lindas y el que lo quiera bajar, que lo baje».


Frisbee (2009) es el sexto disco de Boom Boom Kid y su primera edición fue presentado en un verdadero frisbee amarillo flúor que hace las veces de caja de CD. Un frisbee es un plato volador con el que no podés jugar solo y sí o sí necesitas otra persona para usarlo. No es un boomerang que lo tirás y vuelve, el frisbee vuelve si hay otra persona que lo lance otra vez.

«No estamos derrotados. Yo sigo haciendo canciones y dando mi punta de vista que no me lo puedo callar. A veces no estoy buscando que me entiendan, digo las cosas para mí. Hay algo de filantropía pero también ganas de curarme yo mismo. Muchas veces hacemos las mismas listas de temas que funcionan como mantras, la forma de entonar me hace descargar y a veces la letra no dice nada. Cada uno con su culo que haga lo que quiera, yo con el mío voy a seguir».


Publicada en revista Último Round
Febrero 2014

Fotos de Dina Cantoni

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