viernes, 30 de noviembre de 2007

Venía olfateando su presencia y persiguiendo un imposible rastro,
revolví en sus foros en busca de alguna información de su paradero,
serias sospechas estremecían mi intriga,
hablé de él con todos con la esperanza de que alguien me tire un dato.
Me preguntaba una y otra vez:
¿¿ QUÉ PASA POR LA CALLE ??
Hasta que anoche MANU CHAO apareció en Casa Babylon
y el muy ladrón se robó todas mis palabras.

Manu, hasta siempre.

lunes, 19 de noviembre de 2007

La venganza de La Rubia Tarada

Dificil saber si esta información me favorece o me perjudica.
Me conformo con el título.
¿Podemos echarle la culpa al color de pelo?
"Lo dejo a sus criterios" diría Karina Olga Jelinek.
Tonta y... ¡¡ morocha !!





martes, 13 de noviembre de 2007

Sobre Espacios y Más Espacios


Todos tenemos a veces la secreta sensación de que este estilo de vida que llevamos no nos convence del todo. Como un pantalón que no te queda cómodo y el cierre en realidad, no cierra. Como si esta vida no hubiera sido diseñada para nosotros o nosotros no hubiéramos sido diseñados para esta vida.
La mente humana evolucionó y hasta tomó forma definitiva en un ambiente totalmente distinto al que habitamos hoy. Nuestros cuerpos y nuestras cerebros son muy parecidos a los de los hombres de hace diez mil años, pero nuestra vida es totalmente distinta.
Las costumbres de las personas ya no remiten a un tipo de sociedad y a un lugar geográfico, sino más bien a pautas que corresponden a un mundo no palpable en el cual se confunden las fronteras entre el mundo de la fabulación y el real. El modo de vida de varios grupos sociales alrededor del mundo es hoy desterritorializado, aislado e incomunicado.
Los mensajes, los símbolos, las ideas e incluso la cultura, circulan libremente en redes desconectadas de este o aquel lugar como bienes de consumo, obsoletos y formateados para escaparate de tienda en día de descuento.
Ya no hay religión que alcance, ni creencia en la que encontrar sosiego, nada sirve para unificar las mentes y hacernos sentir parte de algo en común que contenga nuestras emociones, necesidades y deseos.
Convivimos todos en una especie de ciudad global articulada dentro del sistema capitalista mundial, en la que estamos entre nosotros muy próximos pero lejanos a la vez. Las distancias se acortaron a tal punto que ya no tendría sentido afirmar su existencia, hablando en términos extremistas.
La individualidad nos hace creer que somos el centro del mismísimo universo, pero a la vez, sufrimos esa sensación de soledad al darnos cuenta de lo mínimo que representamos como sujetos miembros y aislados en un mundo globalizado y heterogéneo.
Al informatizarse los servicios y los hogares, la vida de la urbe toma un nuevo rumbo: es configurada por una lluvia de mensajes que hacen que estemos más “informados”, pero menos comunicados.
El espacio no ha sido vaciado, sino que ha sido ocupado por otros componentes que quizás no son familiares para nuestra especie y es por esa misma razón que por momentos sentimos que no pertenecemos al mismo. Los espacios se mezclan, determinando espacios de otra naturaleza.
Las personas tratan de buscar su identidad siguiendo modelos que creen ser los más adecuados para reconocerse, sin darse cuenta que los mismos son producto de aquello que repudian.
Ser auténtico, hoy en día, no es tarea fácil.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Signo Zodiacal: Piscis

Mi pecera está tan sucia que ya hasta tengo miedo de limpiarla porque no se con qué voy a encontrarme. Le creció musgo por todos lados y las algas se pegaron al vidrio. Entre tanto verde, dificilmente puede distinguirse a los come sapo, los careta, los cacos y al bagre que la habitan. Descubrí cuatro caracoles, pero desconozco su procedencia al igual que el paradero de los innumerables limpiavidrios que fui comprando a medida que desaparecían misteriosamente entre tanta mugre.
Vergüenza ya me da cuando entran a mi cuarto y ven ese monumento al descuido y más pena todavía cuando N., que me la regaló con tanto cariño, me dice "Coqui, uno de estos días vamos a limpiar la pecerita". Me reprochan y se lamentan por la calidad de vida de mis insalubres peces que ya confunden sus propios desechos con la comida que les tiro todas las mañanas. "Los pescabadidos" les dice Pedrito que ya casi que no los visita y pasa de largo hasta la biblioteca de donde saca los playmobil para jugar.

Pero esto se termina hoy. Si quiero hacer del mundo un mejor lugar para vivir, debería empezar a cuidar mi pequeño ecosistema.
Ya lo decidí: HOY VOY A HACER DE MI PECERA UN ESPACIO HABITABLE.

Una angina molesta y fulminante atentó contra mi inspiración y a ello se debió mi silencio.
Soy propensa al dolor de garganta, pero nunca me había durado por tantos días esta sensación exasperantemente febril.

Quizás tuvo algo que ver que mi amiga Laurita se fue hace unos días a Barcelona por tiempo indefinido. Habrá sido entonces la angustia y darme cuenta que desde los 5 años de edad cuando compartíamos arenero en el jardín nunca nos separamos y mucho menos con un mar tan grande de por medio.